Irán consideró "ilegal" la orden de captura contra un ministro pedida por Argentina

El gobierno de Irán consideró "ilegal" la orden de captura internacional solicitada por Argentina contra su ministro del Interior, Ahmad Avidi, señalado como uno de los responsables del atentado a la AMIA en 1994, y aseguró que se trata de un pedido "basado en mentiras".

El portavoz de la cancillería iraní, Nasser Kanani, sostuvo en un comunicado que la República Islámica "condena enérgicamente la reiteración de solicitudes ilegales basadas en mentiras (...) por parte de algunos jueces argentinos sobre ciudadanos iraníes por la causa AMIA", reportó AFP.

"Las acusaciones realizadas en el marco del caso AMIA contra ciudadanos iraníes carecen de cualquier validez", señaló Kanani. Agregó que Irán "apoya que se haga justicia y que se persiga a quienes, destrozando documentos, causaron serias irregularidades en el desarrollo del caso AMIA y que eludieron un castigo por ese incidente".

Sin embargo, pidió al Gobierno argentino que evite "realizar acusaciones infundadas contra los ciudadanos de otros países ", así como "la influencia de los enemigos de las relaciones bilaterales entre Irán y Argentina".

El atentado a la AMIA ocurrió en 1994 y dejó 85 muertos.

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La detención de Avidi fue solicitada este martes por la cancillería argentina, dos semanas después de que la Cámara Federal de Casación Penal estableciera que tanto ese atentado como el que sufrió la embajada de Israel en 1992 "respondieron a un designio político y estratégico" de Irán y fueron ejecutados por Hezbolá.

La oficina Central de Interpol emitió una circular roja y solicitó a los gobiernos de Pakistán y Sri Lanka que procedieran con el arresto, ya que el ministro se encontraba en una gira internacional. Sin embargo, la agencia oficial de noticias iraní IRNA informó que había regresado a Irán este martes para asistir a una ceremonia de investidura de un gobernador provincial.

Al momento de atentado contra la AMIA, Vahidi era comandante de la Fuerza Quds, la unidad de operaciones encubiertas de la Guardia Revolucionaria Islámica, pero Irán siempre negó cualquier implicación en el ataque.